Me llamo Naiss y solo os voy a hacer una advertencia: No os
acerquéis al agua. Acabaría este libro aquí, pero sé que si no tenéis ninguna
explicación, os entrará más curiosidad. Os voy a contar mi historia. Como toda
historia, tiene sus momentos bonitos. Pero perdí muchas cosas en el camino.
Perdí muchas cosas para llegar hasta aquí e, incluso ahora,
no tengo mucho tiempo. Sé que voy a morir tarde o temprano. O eso supongo,
porque no tengo fuerzas para luchar. Así que me entregaré y probablemente no
moriré, simplemente me mantendrán encerrada en una jaula sub… esperad, mejor
espero a que leáis.
Antes de escribir mi historia, os voy a decir algo: el agua
es mala. Podéis creer que os ayuda a concentraros, que al nadar tienes ideas,
que te diviertes en ella, pero al final el agua te traiciona. Créeme.
Yo al principio también pensaba así. Es más, descubrí un
lago que salió de la nada y decidí explorarlo
con un chico al que no conocía de nada solo porque era mono. El lago era
precioso, el chico adorable, su bañador azul francamente sexy y yo estaba de
buen humor. ¿Qué podía salir mal?
Vosotros podéis pensar eso, pero salieron mal muchas, muchas
cosas. Lo cierto es que al principio
todo iba bien. Hice amigas allí. Todo fue bien hasta que… Bien, mejor os lo
cuento con la historia. Lo cierto es que yo soy la primera que odia que le
adelanten los capítulos de una novela, que le digan qué personajes mueren y
cuando pasa cada cosa.
Quizá me parezca a ti, ahora que lo pienso. Mi pelo es moreno, largo. Sedoso, incluso,
aunque no hago nada para cuidarlo. Las puntas son azules por amor al agua, un
amor que se me quitó con el tiempo. Tengo un ojo azul y otro marrón, pero no os
puedo decir cual es azul y cual es marrón porque cambian de color según mi
humor. Me gusta leer y abrazar peluches. Tengo dieciséis años, no me gusta
coquetear, soy tímida, mido un metro sesenta y hablo poco de todo menos de
libros. Me gusta la música, cualquier tipo de música. Una adolescente bastante
normal, pensaréis. Pero no lo soy. Tengo poderes, poderes que te asustarían,
poderes que te harían temblar.
Me gustaría poder decir que ahora mismo tengo esperanzas de
que Nuke no sea un traidor. De que todo lo que pasé por y con él sean mentiras.
Podría decirlo, pero no me creería. Simplemente quiero seguir adelante. Pero no
quiero sobrevivir, no sin él. O sí. No sé lo que quiero.
Date duchas de cinco minutos, no nades, no vayas a la playa,
pero evita el agua.
Vaya >< Qué le habrá hecho el agua DDD: ¡Quiero saber más! Estaré atento a la subida del siguiente capítulo :333
ResponderEliminar¡Un beso y pásate por mi blog de reseñas, por fi!
Un beso,
HTR.