sábado, 27 de julio de 2013

Prólogo

Me llamo Naiss y solo os voy a hacer una advertencia: No os acerquéis al agua. Acabaría este libro aquí, pero sé que si no tenéis ninguna explicación, os entrará más curiosidad. Os voy a contar mi historia. Como toda historia, tiene sus momentos bonitos. Pero perdí muchas cosas en el camino.
Perdí muchas cosas para llegar hasta aquí e, incluso ahora, no tengo mucho tiempo. Sé que voy a morir tarde o temprano. O eso supongo, porque no tengo fuerzas para luchar. Así que me entregaré y probablemente no moriré, simplemente me mantendrán encerrada en una jaula sub… esperad, mejor espero a que leáis.
Antes de escribir mi historia, os voy a decir algo: el agua es mala. Podéis creer que os ayuda a concentraros, que al nadar tienes ideas, que te diviertes en ella, pero al final el agua te traiciona. Créeme.
Yo al principio también pensaba así. Es más, descubrí un lago que salió de la nada y decidí explorarlo  con un chico al que no conocía de nada solo porque era mono. El lago era precioso, el chico adorable, su bañador azul francamente sexy y yo estaba de buen humor. ¿Qué podía salir mal?
Vosotros podéis pensar eso, pero salieron mal muchas, muchas cosas.  Lo cierto es que al principio todo iba bien. Hice amigas allí. Todo fue bien hasta que… Bien, mejor os lo cuento con la historia. Lo cierto es que yo soy la primera que odia que le adelanten los capítulos de una novela, que le digan qué personajes mueren y cuando pasa cada cosa.
Quizá me parezca a ti, ahora que lo pienso.  Mi pelo es moreno, largo. Sedoso, incluso, aunque no hago nada para cuidarlo. Las puntas son azules por amor al agua, un amor que se me quitó con el tiempo. Tengo un ojo azul y otro marrón, pero no os puedo decir cual es azul y cual es marrón porque cambian de color según mi humor. Me gusta leer y abrazar peluches. Tengo dieciséis años, no me gusta coquetear, soy tímida, mido un metro sesenta y hablo poco de todo menos de libros. Me gusta la música, cualquier tipo de música. Una adolescente bastante normal, pensaréis. Pero no lo soy. Tengo poderes, poderes que te asustarían, poderes que te harían temblar.
Me gustaría poder decir que ahora mismo tengo esperanzas de que Nuke no sea un traidor. De que todo lo que pasé por y con él sean mentiras. Podría decirlo, pero no me creería. Simplemente quiero seguir adelante. Pero no quiero sobrevivir, no sin él. O sí. No sé lo que quiero.
Date duchas de cinco minutos, no nades, no vayas a la playa, pero evita el agua.


Os contaré la historia, de principio a fin, con detalles. Pero no ahora. Voy a prepararme un sándwich de Nocilla, no quiero morir con el estómago vacío.

1 comentario:

  1. Vaya >< Qué le habrá hecho el agua DDD: ¡Quiero saber más! Estaré atento a la subida del siguiente capítulo :333

    ¡Un beso y pásate por mi blog de reseñas, por fi!
    Un beso,
    HTR.

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No os cuenta comentar, vamos, a mí me alegra y sé que me queréis alegre